Antonio Moscoso

Un artista que perteneció al grupo artístico y literario granadino La bahía azul, cuyo máximo exponente fue Manuel Rivera. Ambos, junto a otros como Antonio Valdivieso, Antonio Aróstegui y Francisco Izquierdo, trajeron aires de renovación a la ciudad en la década de los 50, introduciendo tendencias inéditas como la abstracción.

Fue un artista autodidacta, innovador e inquieto que cultivó una gran variedad de técnicas artísticas. Por ejemplo, el diseño de carteles, entre los que destacan los realizados para el Festival Internacional de Música y Danza de Granada.

Pero no se quedó anclado: su deseo por conocer las tendencias artísticas foráneas le llevó a París, Nueva York, Roma y Venecia. Expuso en Alejandría, Hamburgo, París, Madrid y Barcelona.

Finalmente, su ciudad reconoció su trayectoria nombrándolo hijo predilecto de la ciudad en 1998, así como académico de la Real Academia de Bellas Artes de Granada.

 

 

 

Hijo predilecto de Granada desde 1998, Antonio Moscoso ha presumido siempre de ser un rebelde granadinismo -«yo no he sido un hombre del sí», afirma-. Y es que en su autorretrato verbal se define como un combatiente por Granada, de los que el fin último de esa lucha es conseguir que Granada tenga un presencia internacional verdadera en el ámbito de la cultura. Antonio Moscoso, que se licenció en Derecho en la Universidad de Granada, es un especialista en murales y ha expuesto en diversas ciudades españolas y extranjeras, caso de París, Roma, Alejandría y El Cairo.

La crítica nacional e internacional coincide en hablar de él como uno de los claros exponentes del renacimiento pictórico de Andalucía en nuestros días, que no ha dejado de contribuir en los esfuerzos vanguardistas por alumbar un arte nuevo encauzado en una auténtica voluntad de progreso estético. Antonio Moscoso, que en los años cincuenta figuraba entre los introductores y alentadores de la abstracción, ha desarrollado una importante obra personal dentro del informalismo, a través de la investigación y la experimentación.

Moscoso es, sin duda, uno de los más claros exponentes del renacimiento pictórico en la comunidad andaluza, y un continuo impulsor de la cultura granadina y de la ciudad de Granada, protagonista de gran parte de su obra en la que confluyen las distintas tendencias artísticas de la modernidad», ha continuado Gámez quien ha detallado el carácter de investigación y experimentación estética que hay detrás del trabajo del artista, que se cuenta entre los alentadores de la abstracción.

Desde muy joven, Moscoso Martos se manifiesta como dibujante y pintor, como así lo atestiguan las carpetas de dibujos y pinturas infantiles y juveniles descubiertas recientemente. Innovador por naturaleza, se ejercita en múltiples disciplinas plásticas como la escenografía, vestuarios, carteles, murales, humor gráfico, diseño de interiores, e incontables bocetos, entre los que destacan los estudios sobre la figura humana. Durante años fue diseñador del Festival de Música y Danza de Granada, así como de la Casa de América, desde la que ofreciera su impulso renovador para la Granada artística de los años cincuenta, junto a Paco Izquierdo, Rosales, Catena, Rivera, Agustín Laborde y Aróstegui. Así, ha indicado que Antonio Moscoso «jamás cejó en su afán cultural, parejo a su anhelo de artista», afirmando que «notorias fueron sus acciones culturales en Abadía Azul y ‘Wildon House’ con sus acciones plásticas junto a Cayetano Aníbal, López Azaústre, Arnaiz, Manini, Rosales y Ramírez». Académico de la Real Academia de Bellas Artes de Granada.

Entre sus exposiciones destacan las realizadas en la V Bienal de Alejandría, el Museo de Arte Moderno de París, el Salón del Jazz de Barcelona, Hamburgo, el Salón Internacional del Mediterráneo en sus ediciones de 1985 y 1995, en Madrid y en su Granada natal.